Los radicales libres son moléculas altamente reactivas que pueden dañar las células y los tejidos del cuerpo. Se producen de manera natural como resultado de procesos metabólicos normales, pero también pueden provenir de factores externos como la contaminación del aire y el tabaquismo.
Los radicales libres pueden causar estrés oxidativo, lo que puede llevar a problemas de salud a largo plazo como enfermedades cardíacas, cáncer y envejecimiento prematuro. Por suerte, el cuerpo tiene un sistema de defensa natural contra los radicales libres, que incluye antioxidantes como la vitamina C y el betacaroteno.
Además de consumir alimentos ricos en antioxidantes, hay algunas cosas que puedes hacer para reducir tu exposición a los radicales libres:
- Evita el tabaquismo y el humo del tabaco.
- Usa protector solar cuando estés al sol.
- Evita el exceso de alcohol.
- Evita la exposición a la contaminación del aire y el humo de segunda mano.
- Practica ejercicio regularmente.
- Duerme lo suficiente.
En resumen, los radicales libres pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo, pero hay medidas que puedes tomar para reducir tu exposición y proteger tu cuerpo de sus efectos dañinos.
